Los Campesinos al Pueblo de Chile
Hoy 23 de octubre del presente año, las Confederaciones Nacionales que representamos a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena de Chile, así como a sus trabajadores/as agrícolas; queremos manifestar nuestro apoyo al movimiento social originado y nos adherimos al paro nacional convocado por organizaciones sindicales y sociales.
Este movimiento ha sido causado por las reiteradas alzas en los bienes y servicios básicos, las colusiones, el sistema de salud abusivo, los robos desde instituciones del Estado, la mala calidad de la educación, los bajos sueldos, la falta de seguridad ciudadana, la corrupción, la mercantilización de los recursos naturales, entre otras. Y en estos días, es como hemos visto que el Gobierno ha sido incapaz de manejar de manera adecuada y de forma pacífica las manifestaciones dadas en las diferentes ciudades del país, basando la seguridad de la ciudadanía en las Fuerzas Armadas y Carabineros; quienes han actuado con violencia desmedida y con estrategias de auto boicot. Acciones que repudiamos y rechazamos, principalmente la presencia de las Fuerzas Armas y su actuar con la ciudadanía. Por lo que llamamos y demandamos de forma urgente al presidente Sebastián Piñera a restituir la institucionalidad democrática, es decir, deponer el estado de emergencia y devolver a los militares a sus cuarteles.
Nuestros derechos de libertad se han visto coartados, se han pasado a llevar los Derechos Humanos y se ha provocado un daño emocional a quienes ya han vivido esta situación durante el Golpe Militar.
Llamamos y exigimos, una vez restituida nuestra libertad, a un diálogo social que guíe a nuestro país a un desarrollo real de la calidad de vida de todas y todos los chilenos y de quienes lo habitan.
Dialogo que se enmarca en las demandas que hoy la sociedad exige, tales como: una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución, Estatización de los recursos básicos (agua, luz y transporte), nacionalización de los recursos naturales como cobre, litio y mar; y mejoramiento de los sistemas de salud, educación, vivienda, pensiones y sueldos dignos.
A lo que adicionamos como Confederaciones Campesinas e Indígenas, lo declarado en nuestro encuentro nacional, realizado en agosto de este año, donde demandamos derechos laborales y sociales, apoyamos el proyecto “40 horas”, como también la restitución del recurso agua como un bien nacional de uso público, terminando así su privatización y retomando el origen histórico del agua ligada a la tierra.
En referencia a la posesión extranjerización de la tierra manifestamos nuestra preocupación concentración en pocas manos y que asociado a la crisis climática que afecta duramente en la agricultura familiar producto del calentamiento ocasionado por la producción a gran escala y el uso indiscriminado de agrotóxicos.
Enfrentamos un momento de crisis en la producción campesina en que reconocemos los efectos y consecuencias de la crisis climática, por cuanto las organizaciones exigimos que el Estado garantice mecanismos para que la agricultura familiar campesina e indígena pueda superar los problemas que enfrenta a causa de la crisis climática junto el extractivismo exacerbado de los recursos naturales de los territorios rurales e indígena, afrontando los problemas sin falsas soluciones y sí con enfoque territorial de cara a la realidad de cada contexto social, político y cultural propio de las identidades del campo.
En ese sentido la Soberanía alimentaria, biodiversidad, pueblos originarios y espiritualidad es también un eje articulador que nos motiva a declarar que la agricultura campesina e indígena es fundamental en la alimentación de los pueblos por cuanto representa la vida en el planeta y su defensa ante la lógica productiva del capital es vital para la sobrevivencia y el resguardo de las identidades campesinas. Es por ello que en defensa de la agricultura campesina e indígena nos manifestamos contra el TPP11 y todas las lógicas de dominación de las corporaciones y trasnacionales que ponen en riesgo la producción y soberanía alimentaria.
En ese sentido, en el marco de la alimentación, la producción y comercialización ratificamos nuestra mirada sobre la importancia del cooperativismo que no podría apartarse del enfoque cultural, político, económico y social en torno a la función social de la tierra y de la agricultura familiar campesina e indígena que recupere el papel protagónico de alimentar al país y no depender de la importación de los alimentos que tanto daño le hace a nuestra salud y todo lo existente en el planeta.
Demandas del mundo campesino e indígena, que son elementos fundamentales para el resguardo de nuestros recursos naturales y así de la alimentación de la población. Ya que somos los responsables de producir y abastecer de esta acción base para el desarrollo de la sociedad.
Confederación Nacional Unidad Obrera Campesina UOC
Confederación Nacional La Voz del Campo
Confederación Nacional Nehuen
Confederación Nacional Ranquil
Confederación Nacional Conaproch
Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas ANAMURI
Asociación Nacional Leftraru