En la cartilla recientemente publicada por la Confederación Unidad Obrero Campesina de Chile (UOC) se tocaron varios puntos importantes en función del análisis de la contingencia de nuestro país. En ese sentido, a través de notas informativas estaremos resumiendo cada uno de los puntos expuestos en el documento. En esta oportunidad revisaremos el modelo neoliberal.
Se puede asegurar que una gran parte del mundo ha implementado políticas económicas neoliberales, de las cuales nuestro país no es la excepción. Esta política se subordina a la llamada globalización, que no es otra cosa que el desarrollo y expansión de las fuerzas productivas en el punto más alto que hasta aquí haya alcanzado la sociedad humana.
Ejemplo de esto es el abrupto crecimiento económico, la conectividad inmediata a través de medios de comunicación o que la esperanza de vida en el mundo pasó de 47 años en 1950 a 64 años en 1995. Por cierto que estas cifras no dan cuenta de las condiciones paupérrimas en que sobrevive una buena parte de la humanidad, sólo ilustran el dinamismo y la acrecentada velocidad de las transformaciones en la economía.
Se trata, pues, de un proceso inevitable de desarrollo de la humanidad cuyo problema es que en función del incremento de las ganancias, se han impuesto profundas modificaciones en las condiciones laborales de los asalariados, sometiéndoles a grados mayores de explotación, a una sistemática reducción de los beneficios sociales y de recortes salariales. Problemáticas que aparecen en casi todas las sociedades en que este proceso se despliega bajo el impulso y desarrollo del sistema capitalista.
Las reformas neoliberales implementadas en Chile por la dictadura, durante las décadas de 1970 y 1980, significaron en términos económicos y sociales la proyección de una nueva manera de afrontar el desarrollo de la sociedad, constituyéndose en una revisión radical de la política económica del país durante los últimos tres cuartos del siglo XX. Este fenómeno trae más amenazas que oportunidades al ser “todo mercado”, lucro, especulación, estafas y robos legalizados.
Analizando el contexto político y social podemos concluir que el sistema neoliberal es por esencia excluyente, arbitrario y clasista, por lo tanto, los principales problemas tienen que ver con las desigualdades, exclusión y la inequidad de la Políticas de Desarrollo del sector silvoagropecuario actual; que además nos permite ver que nuestro sector está en un grave peligro de seguir perdiendo la propiedad de sus tierras y los trabajadores asalariados sumiéndose en trabajos que no permiten movilidad social ni posibilidades reales de surgimiento de las personas.
Te recordamos que puedes revisar y descargar la cartilla completa en la sección «Publicaciones – Cartillas» de nuestra web.